Todavía me acuerdo mi primera clase en la universidad, pero es de las pocas cosas que no quisiera acordarme más.

POR: SERGIO SALAZAR ALIAGA

Todavía me acuerdo mi primera clase en la universidad, pero es de las pocas cosas que no quisiera acordarme más. 

Entre todo inocente al salón creyendo que el abogado era el encargado de imponer justicia, igualdades, defender lo justo, no me había percatado que entraba a la escuela militar de leyes. Ahí nos forjaban para ser más que los demás, superiores, a lo Thomas Hobbes, durísimos, sin piedad.

La Corte superior de Justicia es el primer poder del Estado, así que el abogado, el Docto, es el aristócrata, el más respetado, ilustrado, racionalista, el que tiene derecho de mirar de arriba hacia abajo a las personas, discrimina, esa era la racionalidad individualista que encontré. Eran los super hombres de Nietszche.

Por suerte esa picardía de ser contestatario me llevo a conocer una nueva filosofía de vida, un rencuentro con la fuente de la vida, encontré el aymarismo oculto, el Chacha Warmi, esa parcialidad varón - mujer, negro – blanco, y dentro de la constelación de la cruz del sur es el camino del sabio, es un compromiso con la vida. Para mí era totalmente nuevo, algo que nunca en mi vida lo había podido leer, o escuchar, ni porsiacaso se me ocurrió la idea de una cátedra, por parte de mis cuates, los Doctos occidentalizados, apostólicos romanos.

Encontré gente que sigue este camino, y veo que tienen un compromiso con uno mismo, con la pareja, con la comunidad, con los demás, la ruptura del individualismo.

Entonces veo que si seguimos en conjunto este cambio de paradigma nos irá mejor como personas, como familias, como pueblos, como país y como humanidad.

Solo somos actores de este gran escenario que se llama vida, decían por ahí un par de cantantes, pero es totalmente cierto, es decir que podemos y tenemos el rol de actuar, de guiar, de seguir una línea positiva, pero hasta ahora el individualismo nos ha llevado a grandes repudios, guerras, desintegraciones, racismos, discriminación.

Es muy cierto y chistoso a la vez entender el tema de Octavia grupo musical bolivianos que nos plantea, el que está vivo hay que ahogarlo, si está arriba hay que hundirlo, si esta a un lado a empujarlo.

La humanidad como tal, cada vez se presta más a este capitalismo secante, ha perdido su capacidad productiva, se ha aislado, se volvió consumista, capitalista, acaparador, mientras más tiene más quiere, somos incapaces de poder pensar, hacer, o actuar, en este escenario, como personas, como sociedades y como humanidad tenemos el rol más grande, el de poder cambiar. 

Considero como joven y estudiante que es vital para nuestras sociedad volver a nuestras propias identidades, romper con los paradigmas occidentalizados, euro centristas, no hacer una revolución de lo étnico o cultural, o tradicional, sino más bien entrar en nuestra propia identidad cultural como latinoamericanos.

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